Experiencia Erasmus+ en Helsinki: Aprender a la finlandesa
Nos entusiasmó participar en el programa Erasmus+ en Helsinki (Finlandia) para conocer su sistema educativo. Como profesoras, queríamos ver cómo se hacen las cosas allí y llevarnos nuevas ideas a nuestras propias clases. La oportunidad de observar nuevos métodos de enseñanza en las escuelas de Helsinki era muy atractiva. También estábamos ansiosas por explorar la cultura y las prácticas sostenibles de Finlandia. Estamos muy agradecidas a nuestro colegio por darnos esta oportunidad, que ha enriquecido enormemente nuestras vidas profesionales y personales.
Durante mi estancia en la escuela de Helsinki, aprendimos mucho sobre su planteamiento educativo. Vimos cómo es la vida cotidiana en una escuela finlandesa y experimentamos los singulares entornos de aprendizaje de las aulas. El ambiente era muy atractivo, con proyectos y evidencias de aprendizaje de los alumnos expuestos por todas partes. Esto nos ayudó a comprender cómo un entorno de aprendizaje bien estructurado y de apoyo puede fomentar la creatividad y la independencia de los alumnos. Observamos nuevos métodos de enseñanza y técnicas de gestión de las aulas que ahora podremos utilizar en nuestra propia docencia.
Nos impresionó no sólo la amplia gama de asignaturas del plan de estudios, sino también los excelentes modales de los alumnos. La cortesía era una parte fundamental de las interacciones en clase, creando una atmósfera de respeto y consideración mutuos. Lo que más me sorprendió fue lo mucho que se confiaba en que los alumnos hicieran lo que se esperaba de ellos. También había mucho apoyo a los alumnos con necesidades especiales en el aula ordinaria, lo que permitía que todos los niños fueran muy independientes y garantizaba que se respetara el ritmo individual de cada uno. Lo que más nos impresionó fue cómo las escuelas finlandesas enseñan a los niños a ser responsables a una edad tan temprana. Vimos a niños que se vestían solos con su ropa de invierno para ir al patio, se servían la comida en el comedor, enhebraban y utilizaban una máquina de coser y cocinaban sus propios almuerzos. Este nivel de responsabilidad es algo que esperamos recuperar e inculcar a nuestros alumnos. Esto beneficiará a nuestros alumnos académicamente y les ayudará a desarrollar importantes habilidades para la vida y un sentido de ciudadanía global, enriqueciendo a toda nuestra comunidad escolar.
Nos entusiasmó participar en el programa Erasmus+ en Helsinki (Finlandia) para conocer su sistema educativo. Como profesoras, queríamos ver cómo se hacen las cosas allí y llevarnos nuevas ideas a nuestras propias clases. La oportunidad de observar nuevos métodos de enseñanza en las escuelas de Helsinki era muy atractiva. También estábamos ansiosas por explorar la cultura y las prácticas sostenibles de Finlandia. Estamos muy agradecidas a nuestro colegio por darnos esta oportunidad, que ha enriquecido enormemente nuestras vidas profesionales y personales.
Durante mi estancia en la escuela de Helsinki, aprendimos mucho sobre su planteamiento educativo. Vimos cómo es la vida cotidiana en una escuela finlandesa y experimentamos los singulares entornos de aprendizaje de las aulas. El ambiente era muy atractivo, con proyectos y evidencias de aprendizaje de los alumnos expuestos por todas partes. Esto nos ayudó a comprender cómo un entorno de aprendizaje bien estructurado y de apoyo puede fomentar la creatividad y la independencia de los alumnos. Observamos nuevos métodos de enseñanza y técnicas de gestión de las aulas que ahora podremos utilizar en nuestra propia docencia.
Nos impresionó no sólo la amplia gama de asignaturas del plan de estudios, sino también los excelentes modales de los alumnos. La cortesía era una parte fundamental de las interacciones en clase, creando una atmósfera de respeto y consideración mutuos. Lo que más me sorprendió fue lo mucho que se confiaba en que los alumnos hicieran lo que se esperaba de ellos. También había mucho apoyo a los alumnos con necesidades especiales en el aula ordinaria, lo que permitía que todos los niños fueran muy independientes y garantizaba que se respetara el ritmo individual de cada uno. Lo que más nos impresionó fue cómo las escuelas finlandesas enseñan a los niños a ser responsables a una edad tan temprana. Vimos a niños que se vestían solos con su ropa de invierno para ir al patio, se servían la comida en el comedor, enhebraban y utilizaban una máquina de coser y cocinaban sus propios almuerzos. Este nivel de responsabilidad es algo que esperamos recuperar e inculcar a nuestros alumnos. Esto beneficiará a nuestros alumnos académicamente y les ayudará a desarrollar importantes habilidades para la vida y un sentido de ciudadanía global, enriqueciendo a toda nuestra comunidad escolar.